El reloj avanza implacable y el próximo 30 de junio marca la fecha límite para presentar la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto de Patrimonio. Este plazo, de carácter voluntario, representa una obligación fiscal ineludible para todos los residentes en España. Pero ¡ojo! Aunque hayas cumplido con esta responsabilidad tributaria, aún tienes la oportunidad de rectificar tu declaración si has omitido ingresos o deducciones a las que tenías derecho.
Las prisas o no cerciorarse de que todos los datos que aparecen son correctos puede llevar a un error o equivocación cuando se presenta sin un asesoramiento previo o se aceptan sin revisar los datos fiscales informados por Hacienda.
La rectificación de la declaración puede resultar crucial si tu resultado fiscal se ha visto perjudicado debido a la omisión de rentas o deducciones. En ese caso, es hora de corregir y ajustar tus números para garantizar un trato fiscal justo. Por otro lado, si has declarado un importe inferior al que te correspondería, es posible subsanar este error y cumplir con tus obligaciones tributarias de manera precisa y correcta.
Por ello, es fundamental revisar minuciosamente si has cometido alguno de los errores más comunes como pueden ser:
- No incluir todas las fuentes de ingresos como rentas del trabajo, alquileres, pensiones tanto nacionales como del extranjero o ganancias de actividades económicas. Si has recibido alguna subvención estatal o autonómica, puedes tener que tributar por ella.
- Desconocimiento de las deducciones autonómicas ya que Baleares cuenta con múltiples deducciones específicas que permiten reducir la cuota a pagar en el IRPF. Es fundamental aprovechar estas deducciones autonómicas, como las relacionadas con la adquisición de vivienda habitual o el alquiler.
- Olvido de declarar los bienes y derechos en el extranjero: si se poseen bienes o derechos en el extranjero que superen ciertos umbrales establecidos, es necesario declararlos. No hacerlo puede acarrear sanciones y problemas legales.
- No revisar la declaración antes de presentarla: Muchos contribuyentes cometen errores simples, como equivocaciones en los datos personales o en los importes declarados. Es fundamental revisar minuciosamente la declaración antes de presentarla para evitar problemas futuros y tener que presentar declaraciones complementarias.
Si el error significa pagar menos de lo que en realidad tocaría pagar en la declaración, la Agencia Tributaria puede emitir una nueva liquidación con diferentes recargos y si procede también se pueden imponer sanciones.
Recuerde que la declaración del IRPF es una oportunidad para hacer valer tus derechos como contribuyente, aprovechando las deducciones y beneficios fiscales a los que puedes acceder legítimamente. Ya sea rectificando una declaración ya presentada o realizarla por primera vez.
Si tienes dudas o necesitas asesoramiento en materia tributaria, no dudes en consultarnos. Un asesor fiscal con servicios especializados en declaraciones de impuestos puede brindarte la orientación necesaria para asegurarte de cumplir con tus obligaciones fiscales de manera adecuada.