Como ya avanzamos en agosto el nuevo sistema de cotización para los autónomos en España entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2023, por lo que es conveniente que para aquellos que trabajen por cuenta propia conozcan las nuevas obligaciones y los cambios a tener en cuenta para poder comenzar este nuevo año de manera correcta.
Este sistema consistirá en un modelo progresivo que se extenderá desde el año 2023 hasta el año 2025, por el que se establecen quince tramos de cotización. Para ello se exigirá una previsión de ingresos anuales al inicio de cada año, ya que en función de esta cifra se aplicará la cuota a pagar.
Es muy importante tener todo programado antes de empezar a cotizar con este nuevo sistema. Se deberá saber de antemano cuáles serán los rendimientos netos previstos para el año 2023 y dependiendo del importe de rendimientos comunicada, el autónomo deberá elegir entre la base mínima y la base máxima de cada uno de los tramos según la tabla de cotización de la Seguridad Social.
Por el contrario, si a lo largo del año los rendimientos reales obtenidos y comunicados a Hacienda no concuerdan con la previsión, se podrá cambiar de tramo cada dos meses. En tal circunstancia, al finalizar el año se deberán regularizar las cotizaciones, es decir, en caso de que los rendimientos sean superiores o inferiores a los indicados, tendrá que devolver o reclamar el importe de estas cuotas.
El pago de la cuota se realizará el último día hábil del mes corriente siguiendo el sistema actual (cargo en cuenta bancarias) y, en el supuesto de no realizar el pago en la fecha indicada, se aplicará un recargo del 10% junto con los intereses que se generen desde el día siguiente a su vencimiento, siempre y cuando este se pague al mes siguiente. Si el pago se retrasa más de un mes, el recargo será del 20% más los intereses generados.
Respecto a los autónomos societarios también tendrán la obligación de cotizar por los rendimientos obtenidos, no obstante, estos cuentan con una peculiaridad respecto a los trabajadores por cuenta propia y es que, tendrán una base mínima fijada en 1000 euros al mes. Además, la reducción de gastos deducibles de difícil justificación será de un 3% en vez del 7% que gozan los autónomos normales.
Otra novedad es que para los nuevos autónomos que inicien una actividad en el año 2023 se podrán aplicar el sistema de tarifa plana, que tendrá un importe fijo a pagar de 80 euros durante el primer año de actividad y además podrán seguir pagando esa misma cuota el segundo año si los ingresos netos se encuentren por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. Todos aquellos trabajadores que se hayan dado de alta como autónomos en el año 2022, mantendrán su tarifa plana de 60 euros. Al finalizar este periodo, el autónomo pasará a formar parte del sistema de cotización que hemos explicado anteriormente.
Es importante estar atentos a estos nuevos cambios ya que provocarán dudas a la hora de su aplicación, y para evitar una incorrecta aplicación del sistema es recomendable recibir un asesoramiento previo sobre los importes a declarar.