La declaración de la renta para el año 2024 que presentaremos ahora en el 2025, trae importantes novedades que afectarán a todos los residentes en España, especialmente en regiones como las Islas Baleares. Este año, además de los cambios generales establecidos a nivel nacional, se han introducido beneficios fiscales específicos en nuestra región, que requieren atención para optimizar su aplicación.
La campaña comienza antes de lo habitual, arrancando el 2 de abril y extendiéndose hasta el 30 de junio. Este ejercicio destaca por un aumento importante en los límites económicos para presentar la declaración. Las personas que hayan recibido más de 22.000 euros de un solo pagador estarán obligadas a presentar la declaración, mientras que quienes hayan tenido varios pagadores se beneficiarán de un aumento significativo del límite, pasando de 1.500 a 2.500 euros del segundo y sucesivos pagadores. Por otra parte, todos los beneficiarios de prestaciones por desempleo están obligados a presentar declaración, sin importar la cantidad recibida.
Además, se introducen cambios importantes en la reducción por alquiler de vivienda habitual. A partir del 1 de enero de 2024, estas reducciones dependerán de la fecha de firma del contrato y otras condiciones específicas. Para contratos anteriores al 26 de mayo de 2023, se mantiene la reducción del 60% sobre los ingresos netos obtenidos por alquiler. En el resto de los contratos las reducciones se aplican según circunstancias específicas del alquiler: un 90% si se reduce más del 5% respecto al contrato anterior en zonas tensionadas, un 70% para primeros alquileres en zonas tensionadas a jóvenes o a entidades públicas o sin ánimo de lucro, un 60% en viviendas rehabilitadas recientemente y un 50% en el resto de los casos.
En las Islas Baleares, las novedades en deducciones autonómicas son especialmente interesantes para la comunidad residente. Los propietarios que alquilen sus viviendas podrán deducir hasta un 75% del coste de las primas de seguros que cubran impagos, hasta un máximo anual de 440 euros. Asimismo, se podrán deducir gastos relacionados con la conservación, reparación, cuotas de comunidad, seguros de daños y tributos asociados a la propiedad, hasta 1.500 euros anuales, cantidad que puede aumentar a 1.800 euros dependiendo de circunstancias específicas.
También se introducen beneficios para quienes tienen gastos relacionados con el cuidado de personas mayores o dependientes, permitiendo deducciones de hasta 660 euros anuales por servicios como residencias, centros de día o contratación formal de cuidadores, siempre que los pagos se realicen mediante métodos bancarios y respetando ciertos límites de renta.
Las familias con hijos en edad escolar se verán beneficiadas por deducciones por libros de texto, hasta 220 euros por hijo, ampliable hasta 350 euros en situaciones específicas como familias numerosas, monoparentales o con discapacitados a cargo. También se incluyen deducciones para el aprendizaje extraescolar de idiomas extranjeros, con un límite de 110 euros por hijo.
Finalmente, se mantiene la deducción por alquiler de vivienda habitual, permitiendo deducir hasta el 15% del alquiler con un máximo de 400 euros anuales, siempre que se cumplan determinados requisitos de ingresos.
En definitiva, estar bien informado y asesorado es clave para afrontar con éxito esta campaña de la renta. Se subraya la relevancia de contar con asesoramiento fiscal especializado, que no solo facilite la comprensión sino también la aplicación efectiva de estas novedades. Al cumplimentar la declaración, es fundamental prestar detenida atención a las casillas relacionadas con cambios en las situaciones personales, rentas exentas, deducciones estatales y autonómicas, hipotecas, planes de pensiones, donativos, entre otros, ya que estos factores inciden directamente en el resultado de la declaración y son clave para lograr, en el mejor de los casos, un resultado a devolver o, cuanto menos, minimizar el importe a pagar a Hacienda.